domingo, 27 de octubre de 2013

Prisioner's dilema

Contradicciones,

Dos respuestas, una en cada mano, un problema irresoluble. Ejecutar una de las soluciones, inmediatamente anula la función de la otra. Y la pregunta pendiente seguirá flotando en el aire, imparcial a los derroteros de los pros y los contras y los peros y los si una cosa, entonces.

El prisionero se encoge en la esquina de su cubículo penitenciario mordíendose las pocas uñas que le quedan. Alguna vez se llamaron socios, pero en el talego nadie es amigo de nadie, esa es la regla general. A su compañero le ha tocado hablar primero, ¿habrá roto el pacto de silencio? El prisionero tiembla, sabe que si lo imputan como el mentor le esperan 20 años de cárcel,  mientras que si es considerado colaborador a partes iguales con su socio la sentencia se reduce a 10. El dilema es la vieja y desgastada duda de hasta que punto se puede confiar en el contrario, ¿resistirá su cómplice el acoso de los policías?¿cómo de duros serán estos policías?

El prisionero percibe que el tiempo pasa, el compás imaginario de las manillas de un reloj retumba en su cerebro. Es una pena que no haya relojes en la cárcel. Podría dedicarse a contemplarlos inútilmente, como los empleados en las horas de trabajo o los escolares en las tediosas lecciones, alzando los ojos una y otra vez hacia la esfera blanca y rezagada. La ilusoria sensación de controlar el tiempo es comparable a un bálsamo adulterado.

Se escuchan pasos en el pasillo. Martilleo de rejas, una llave que gira, el chirrido de la puerta al abrirse, al cerrarse y el giro que sella la cerradura. Cuanto desearía el prisionero poder hablar con su compañero, aunque fuera en soplidos, aunque sólo pudieran mirarse el rostro. Pero a cambio tiene las botas que se acercan, clareando de vez en cuando entre las sombras. Es su turno, le toca.

¿Delatará a su socio como el cabecilla del delito?¿Confiará en su pactada fidelidad y repartirá la responsabilidad en partes iguales? ¿Acaso considerará la posibilidad de negarlo todo?

El tic tac del reloj imaginario revienta en campanadas.