miércoles, 30 de noviembre de 2011

Te recuerdo Amanda

Te recuerdo Amanda. En una habitación en penumbras de un día quejumbroso. Recuerdo a los otros asistentes, con sus mejores galas, frotándose las manos, tiritantes. Recuerdo el vaho en la ventana. Y tú, entrecerrando los ojos, posando lentamente los dedos sobre las teclas. Y tú, de rostro tan largo, de cuerpo tan largo, de piernas tan largas, de manos tan largas. Acaso un Modigliani.

Y tus manos, ya posadas en las teclas, arrancan lentamente unas notas largas. Un sonido tiritantente que se hila quejumbroso, en la penumbra del piano.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Winter is comming

Hace frío. Ayer se alcanzó los cero grados centígrados y el viento se colaba por cada poro de los huesos. Hace frío, pero hoy el día es tan hermoso. Los caminos están poblados de hayas y robles dorados, pardos y rojos que desgranan sobre el suelo sus hojas poco a poco. Y a lo lejos las casas coloridas de los tejados inclinados.

El invierno es frío, pero tan hermoso. El ambiente se carga de los olores del pan recién horneado, de la risa de los niños portando las linternas amarillas en celebración de San Martín, del sol que se filtra piadoso. Hay en este invierno una belleza que evoca las canciones de Sigfrido, los cuentos rusos infantiles, los paisajes de la Invernalia de "Canción de hielo y fuego". Y una melancolía silenciosa, nostálgica; apaciguadora. Y yo, que voy en la bici, detengo mis pensamientos en los senderos, en las tiendas con su té con ron, en la gente con sus largos abrigos paseando por el centro antiguo. Y extraño tanto caminar sola, perderme en los recodos, descubrir otros nuevos.

Hace frío y estoy feliz.